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VIDEO de la GALA
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Todas las Nominaciónes
Los Ganadores
Un 50% de los Premios Goya 2021 han sido a parar a manos de mujeres cineastas
La 35 edición de los premios de la Academia de Cine reivindica la igualdad
Una productora, Válerie Delpierre, ha recibido el Goya a la Mejor Película por Las niñas; Pilar Palomero ha conseguido los premios a Mejor Guion Original y Dirección Novel, categoría esta última en la que es la cuarta mujer consecutiva que lo ha ganado, por Las niñas; Rozalén ha levantado el Goya a la Mejor Canción Original ‘Que no, que no’, por La boda de Rosa; Nerea Torrijos ha sido premiada por el diseño de vestuario de Akelarre; dos compositoras, Aránzazu Calleja y Maite Arroitajauregi, han obtenido el Goya a la Mejor Música Original por Akelarre; una directora de fotografía, Daniela Cajías, ha ganado en esta categoría por primera vez en la historia con Las niñas; una actriz, Ángela Molina, ha sido el Goya de Honor…Y así hasta la mitad exacta de los premios Goya han sido para mujeres.
La Academia celebra que por primera vez se haya alcanzado la paridad en los Premios Goya. “Necesitamos seguir reivindicando la igualdad entre mujeres y hombres. Necesitamos dejar atrás todo tipo de conductas y de comentarios machistas, degradantes y ofensivos contra las mujeres, en todos los ámbitos del cine y la sociedad española. Necesitamos caminar de la mano de nuestras compañeras de una vez por todas”, ha manifestado Mariano Barroso, presidente de la institución.
Discurso del presidente de la Academia de Cine en los Premios Goya 2021
“Queridas amigas, amigos, compañeros, queridas y queridos espectadores. Gracias a los nominados por estar al otro lado de las pantallas.
Esta no es la gala de los Goya que nos hubiera gustado celebrar.
Pero casi nada en estos meses es como nos gustaría que fuera.
Los Goya siempre son como mínimo dos cosas.
Por un lado son una fiesta del cine, nuestra fiesta, nuestra celebración. Y por otro, son el encuentro con nuestro público.
La primera no la podemos, ni la debemos, ni la queremos celebrar. O mejor dicho, la celebramos pero separados por pantallas, como hemos pasado tanto tiempo este año.
La segunda, el encuentro con nuestro público, no la queríamos aplazar. Por eso estamos hoy aquí.
Hace unos días, una compañera muy querida por todos, una actriz, nos contó que unos años atrás sufrió una pérdida muy dolorosa.
Esa compañera perdió a su padre, al que estaba muy unida. La muerte de su padre la dejó hundida y convencida de que ya nunca podría salir de aquel dolor. Nunca podría recuperarse.
Pocas semanas después tenía que irse a rodar una película a Lisboa. Creo recordar que dijo que era una comedia. Habló con el director y le dijo que no se sentía capaz de interpretar. Que no se veía con fuerzas para ponerse a rodar. El director trató de convencerla, pero ella no veía camino. No veía ninguna posibilidad de empezar siquiera a estudiar el guión. Y así siguieron… Él que sí… ella que no… Hasta que el director la convenció para que viajara. Nuestra compañera llegó a Lisboa y el director la alojó en su casa.
Preparó para ella una habitación y la llenó de películas. Una pared del cuarto estaba llena de películas, y todas eran obras maestras. Él le dijo: si en algún momento te viene la tristeza, tú coges una de esas películas, la que quieras, y te pones a verla. Él se marchó y ella se quedó allí, en la habitación. Y la tristeza no tardó en llegar. Entonces mi amiga cogió una película, la primera que encontró. Y la puso en el televisor. Ella recuerda que era una película de Rossellini, con Anna Magnani. Podía haber sido una de Buñuel, o de Berlanga, o de Borau, o de Gutiérrez Aragón, o de Chávarri… Era una de Rossellini. Se puso a verla, y enseguida se enganchó con los personajes. Se emocionó con la historia. Devoró la película. Y durante un par de horas se olvidó de todo. Luego vio otra película… y luego otra… Y en unos cuantos días salió de su tristeza infinita.
“El cine me curó”, nos dijo.
¿Cuántas películas, cuánta ficción audiovisual hemos visto a lo largo de todo este año…?
Si se pudiera sumar el tiempo que hemos dedicado a ver cine este año, saldrían millones de horas, millones de días. Saldrían miles de años de cine. ¿Cuánto nos ha ayudado el cine a salir de la realidad obsesiva y dolorosa, de los dramas personales y familiares, aunque solo haya sido por un par de horas?
A veces las películas han venido a buscarnos a nuestras casas porque las salas han tenido que estar cerradas. Otras veces, algunos de nuestros productores y distribuidores han arriesgado todo para estrenar en las salas en los momentos más difíciles. Como ha pasado con Padre no hay más que uno 2, de Santiago Segura. De una forma o de otra, hemos seguido viendo cine. Y el cine en muchos casos nos ha curado.
Hay algunos datos que debemos destacar este año: por primera vez la mitad de los nominados a mejor dirección son mujeres.
Tanto a mejor dirección como a mejor dirección novel.
Y este año el número de mujeres que han sido nominadas a los Goya es mayor que nunca. El 41 por ciento.
Muchas personas se han jugado sus vidas para salvar las de otros. Los sanitarios, los transportistas, las fuerzas de seguridad… A todos ellos se lo agradecemos y se lo reconocemos.
Nosotros y nosotras estamos orgullosos de pertenecer a un colectivo que ha contribuido a acompañar a la gente, desde el lugar que nos corresponde.
Contando historias con palabras, imágenes y sonidos. Para ayudar a disfrutar a nuestro público. Para curar la tristeza o superar el dolor, como le pasó a nuestra amiga…
Esa amiga que nos contó cómo el cine la curó va a estar dentro de unos minutos en este escenario para recibir nuestro mayor reconocimiento, el Goya de Honor.
Ella es Ángela Molina. Una referencia de generosidad y de talento. Una compañera que cree en el poder sanador del cine. Como todos nosotros.
Muchas gracias”
Mariano Barroso
Presidente de la Academia de Cine Español
Red Carpet -
Antonio Banderas
Angela Molina
Fotos: Copyright Premios Goya, todos los derechos reservados