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129. Abierto de Palermo 2022: el torneo de Polo más dificil del mundo
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...no se daba desde hacía 39 años: ser campeón del Abierto de Palermo con un hijo ...
+ la familia Cambiaso ha hecho historia.
+ el 18° título del crack Adolfo Cambiaso, 47 años
+ el sueño del padre Adolfo Cambiaso, ¨ganar juntos¨, el regalo del hijo Poroto Cambiaso, el apoyo incondicional de María Vázquez, mama y Mujer Cambiaso , la historia mágica y eterna de los Cambiaso.
La Dolfina Saudi (39 goles de hándicap) venció en la final a La Natividad (39) por 13-
En el escenario ubicado en la esquina de las avenidas Dorrego y Del Libertador, la cuarteta de Cañuelas recuperó el cetro que había alcanzado en 2020, cuando superó en la definición a Ellerstina por 10-
Adolfo ‘Poroto’ Cambiaso hijo, de apenas 17 años y 6 días, se dio el gusto de ser el campeón más joven de la historia, además de marcar cinco tantos.
Los otros goles de La Dolfina los consiguieron Juan Martín Nero (5), Adolfo Cambiaso (2) y David Stirling (1). Para Cambiaso padre, además, se trató del decimoctavo título en el tradicional escenario de Palermo.
Los goles de La Natividad, que había logrado la corona en la pasada edición, los marcaron Camilo ‘Jota’ Castagnola (6) y Bartolomé Castagnola (3).
Adolfo Cambiaso con esta victoria cumpliendo mas de sus sueños:
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+ Adolfo Cambiaso 18 veces EL REY de Palermo.
+ Pelon Stirling fiel y mejor extranjero de la historia, con 10 ganados.
+ JuanMa Nero 12 ganados.
+ Y Poroto, que acompaña a los cuarentones, un crack adolescente
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Pelon Stirling, una maquina -
La Dorrego central se pobló con 250 banderas azules y blancas con sol por David Stirling, el gladiador talentoso que es luz brillante y rueda de auxilio.
Palabras manos a Poroto de 17 años primerizo en una final, le dio confianza “Si tenés dudas, vos andá para adelante, que yo voy a estar atrás bancando”, palabras más, palabras manos, un par de minutos antes del primer throw-
El respaldo a lo rugbier, el equipo sobre el individuo.
También eso es Pelón Stirling, que se dio el gusto de marcar su ¡primer! gol en el torneo –se ausentó dos partidos por un aductor– justo en el momento más caliente, cuando Camilo Castagnola remontaba para La Natividad y, con dos tantos en el último chukker, había puesto al campeón defensor 11-
Pero misión dificilísima.
En parte porque enfrente, con la camiseta 4 de La Dolfina, estaba Juan Martín Nero, el otro coloso de esta historia.
Juan Martín Nero, sorpresivo goleador en la final del Argentino Abierto.
Para algunos, el mejor defensor de todas las épocas.
Pero es raro presentarlo así si en una final de Palermo marcó cinco goles, sin penales. Sin dejar de cerrar la puerta y de contribuir a que Jeta Castagnola quedara restringido a escasos seis goles (tres de bocha viva), el trenquelauquense incursionó a fondo como si fuera un delantero -
porque La Dolfina es a veces, o casi siempre, una máquina táctica perfecta -
Se va Nero arriba como un delantero, y atrás hay tres tipos para seguir la jugada y dar vuelta si se pierde la bocha. Y así como sorprende Nero arriba, puede hacerlo Poroto, porque siempre habrá alguien cuidando la espalda. Y cuando la posesión es del contrario, los escalonamientos defensivos son impecables.
Se rindió Alberto Heguy (h.), el entrenador de La Natividad, ante semejante funcionamiento estratégico.
Ya no está Pablo Mac Donough, pero Poroto Cambiaso, que además de jugadorazo y humilde es inteligente, entiende cómo se defiende en equipo en el polo.
Nero fue figura por los goles que hizo y porque contuvo a Camilo Castagnola, que resultó el máximo anotador del Abierto.
Esta vez La Dolfina tuvo una mano de su oponente. La Natividad, que así como no le ganó en caballada, tampoco tuvo la lucidez táctica como para discutirle la iniciativa.
Si en el hombre contra hombre con toques cortos no era posible ganar, si los pases largos no funcionaban porque los aviones del otro equipo tenían más turbo, al menos quedaba la opción de intentar al arco desde lejos.
Bartolomé Castagnola (h.) comprobó que era una solución, con un cogote altísimo y sesgado de unas 70 yardas en el tercer chukker para 3-
La Dolfina se parecía al de las mejores épocas, al del dream team que se consagró en la Catedral en nueve de sus diez años. La reacción no fue espejismo, pero nunca pasó de ser parcial.
La Dolfina (39 goles de hándicap) venció en la final a La Natividad (39) por 13-
Síntesis de La Dolfina 13 vs. La Natividad 9
La Natividad:
Camilo Castagnola, 10; Pablo Pieres, 10; Bartolomé Castagnola (h.), 10, e Ignatius Du Plessis, 9. Total: 39.
La Dolfina Saudi:
Adolfo Cambiaso (h.), 10; David Stirling, 10; Adolfo Cambiaso (n.), 9, y Juan Martín Nero, 10. Total: 39.
Progresión: La Dolfina, 2-
Goleadores
de La Dolfina:
Cambiaso (h.), 2 (1 de córner); Stirling, 1; Cambiaso (n.), 5 (2 de penal), y Nero, 5.
De La Natividad:
C. Castagnola, 6 (3 de penal), y B. Castanola, 3.
Jueces:
Gastón Lucero y Martín Pascual.
Árbitro:
José Ignacio Araya.
Premio Gonzalo Heguy al jugador más valioso:
Juan Martin Nero.
Premio Javier Novillo Astrada al espíritu deportivo:
Cambiaso (n.) y C. Castagnola.
Copa Lady Susan Townley al mejor ejemplar de la final:
Anay Sur Blondi, montada por Nero y criada por Marcos Heguy.
Fotos: Copyright Las Dolfina; Maria Vazquez, todos los derechos reservados